¿Cómo llevar adelante las entrevistas?

Desde la entrevista en adelante, el entrenador tiene que lograr un buen vínculo con el alumno/cliente. Esto favorecerá el trabajo de ambos, el progreso de ambos, la confianza, la credibilidad, el respeto, y el compromiso. 

Para lograr un buen vínculo, antes que nada hay que evitar juzgar y prejuzgar. Son dos errores fatales en los seres humanos, dado que por culpa de los prejuicios se han coartado muchos vínculos que podrían haber funcionado muy bien. No obstante, hay que ser observador, hay que saber escuchar, y hay que saber decir, cómo decir y qué momento decir. 


Empatizar: 

Es la capacidad de ponerse en el lugar del otro para sentir lo que el otro siente, sin perder la propia identidad. Es una habilidad de la comunicación (de “común”) en la búsqueda de los aspectos que las personas tenemos en común para facilitar la interacción. 

La empatía permite experimentar la realidad del otro y compartir sus sentimientos. 

Empatizar es hacer sentir al prójimo que comprendemos su realidad subjetiva desde la perspectiva de nuestro propio marco, del cual partimos para experimentar sus sentimientos como si fuésemos él mismo. Es una característica y cualidad fundamental de la comunicación entre los seres humanos, que permite comprender al otro en el comportamiento y la toma de decisiones. 

Empatizar no significa estar de acuerdo, ni consentir, ni aceptar una postura ajena. Se trata de saber escuchar sin emitir enjuiciamiento ni dar consejos, de saber acompañar al otro conectando con sus necesidades, brindando un espacio de comodidad y bienestar. 

La inteligencia emocional da cuenta de esta característica indispensable de la buena comunicación, para la cual es necesario primeramente tener autoconciencia y autodominio, es decir, conocer los propios sentimientos para poder controlar las propias emociones. Sólo a partir de entonces, despojados del propio yo, la empatía permitirá percibir los sentimientos y emociones de los demás. 

Los especialistas en inteligencia emocional consideran a la empatía como el núcleo de cualquier tipo de interacción humana. Lamentablemente no toda la gente conoce ni sabe cómo utilizar la empatía y mucho menos entiende de su importancia. Actualmente vivimos en un mundo en que se le da poca importancia a los sentimientos, en donde todos hablan pero nadie se entiende, en donde nadie sabe comunicarse emocionalmente, las personas a veces son muy torpes a la hora de hablar o de escuchar la realidad de otro.


↠ Observar, escuchar, conversar son las mejores herramientas para empatizar 


La escucha activa es un elemento indispensable para lograr una buena comunicación. Permite alcanzar diálogos constructivos que mejoraran nuestra vida laboral y personal. 

Una escucha empática implica mirar al otro con nuestros ojos en busca de gestos, miradas o movimientos para detectar la congruencia entre lo que el otro dice con sus palabras y con su cuerpo. 

Tenemos que poner en juego nuestro corazón, despojarnos de nuestros juicios y sentimientos y dejar que el otro nos impregne con los suyos.


Consejos a la hora de escuchar:

Apagar nuestros diálogos internos: Para que no interfieran en la escucha. 

Escuchar sin interrumpir: Evitar la impaciencia o el impulso por corregir. 

Escuchar con empatía: Mientras el otro habla, aceptaremos lo que dice, nos pondremos en su lugar y buscaremos crear una corriente de simpatía que favorezca nuestra comprensión. 

Escuchar con todo el cuerpo: Alentar al otro a expresarse: Asentir, gesticular, acompañar con nuestros ojos y expresiones el énfasis del otro. 

Presta atención a los otros: Ver la reacción de los demás. Estar atentos al intercambio de miradas, gestos de fastidio o aburrimiento, movimiento de afirmación o negación, etc. 

Escuchar de forma analítica: Distinguir la terminología, los ejemplos, las ideas principales y las secundarias que nuestro interlocutor expone. 

De ser posible tomar notas: Apuntar nuestras dudas o disensos para poder luego preguntar de modo adecuado. 

Escuchar con la mente abierta: Especialmente cuando dicen algo con lo que no estamos de acuerdo. Escuchemos lo que el otro dice y no lo que nosotros queremos escuchar.



Consejos para evitar el ruido (contaminación):

Escuchemos sin prejuicios: Prestemos atención a lo que el otro dice y no a lo que nosotros "creemos" que quiere decir. Despojémonos de ideas preconcebidas con respecto a nuestro interlocutor. 

No nos adelantemos ni adivinemos las intenciones o deseos del otro: Si creemos que el otro trae una intención oculta, no escucharemos lo que dice, sino nuestro propio dialogo interno. 

No aconsejemos: Cuando alguien nos cuenta su problema, lo último que desea es que le digamos lo que alguien más hizo en una situación similar, ni lo que "haríamos" nosotros. 

No ensayemos la respuesta: Muchas veces, mientras el otro nos habla, dialogamos con nosotros mismos, ensayando nuestras respuestas a sus palabras. Como no podemos escucharnos a nosotros y al otro, dejamos de escuchar al otro. 

Evitemos las eliminaciones: Con frecuencia detectamos algo en que esperábamos escuchar del otro y al hacerlo nos desconectamos de todo lo demás que pueda decir.



Dar y obtener información: 

Así como usted le realizará preguntas a su futuro alumno/cliente, es probable que él también se las realice a usted. Y de la misma manera que viene llevando la entrevista contestará lo que sea apropiado responder. 

Lo que no se pueda responder (cuestiones personales, contractuales, económicas, etc.) se le dará la explicación por la cual no se le puede responder: puede ser por desconocimiento, puede ser porque no esta definido (un contrato por ejemplo), puede ser porque eso le corresponda explicarlo a otra persona, etc. 

Una vez realizada la entrevista con el cliente/alumno, y establecidos el lugar, los horarios y días de encuentro, comienza la etapa de evaluación y adaptación del cliente/alumno. 



Comentarios

Entradas populares de este blog

Piernas: aductores, abductores, cuádriceps, sentadillas, estocadas, gemelos, isquiotibiales.

Acción mecánica y contracciones de los músculos

Importancia y objetivos de la entrada en calor