Coordinación

1) La coordinación: 

Es la capacidad de regular y organizar el movimiento de forma precisa. 

Se trata de una capacidad compleja, que engloba a un conjunto de factores tales como: agilidad, equilibrio, control, fuerza, flexibilidad, visión periférica, concentración e inhibiciones de acciones innecesarias. 

El nivel de desarrollo de cada una de las cualidades coordinativas condiciona al mismo tiempo la adquisición de destrezas motrices, lo cual se expresa especialmente en el tiempo de aprendizaje, el que depende siempre del nivel inicial de las capacidades coordinativas y en parte también de las cualidades de la condición física. 

Las cualidades coordinativas son requisitos indispensables para el rendimiento en una amplia categoría de tareas motrices. Esto significa que una capacidad coordinativa jamás es el único requisito para obtener un determinado rendimiento, sino que la estructura condicionante consta siempre de varias cualidades coordinativas que se encuentran en relación estrecha entre sí y, a menudo, también actúan en combinación con capacidades o cualidades intelectuales, volitivas o de la condición física. 

La coordinación es un proceso que desemboca en la producción de un gesto estructurado en el espacio y el tiempo en diferentes fases sincronizadas que deben tener en cuenta todas las acciones musculares bien reguladas en su esfuerzo, su duración y velocidad y además integrarse con otros elementos que participan e influencian la realización de la acción motriz como son, la inercia, el peso de los implementos, los rozamientos, las resistencias exteriores y también la presencia de compañeros y adversarios. 

El cerebro recibe continuamente por medio de las percepciones sensoriales, múltiples informaciones sobre el éxito o fracaso de las actividades motrices; esto, obliga a ajustar constantemente los movimientos según los cambios de situación; los impulsos originales tienen que modificarse y reajustarse en la dinámica temporal y espacial adaptándose sin cesar a las exigencias del momento. 

Con una buena coordinación se logran respuestas más rápidas y precisas, economía de esfuerzo, mejor utilización de la capacidad neuromuscular, gestos más puros y exactos, mejor utilización de otras propiedades físicas como son la velocidad, la fuerza, la resistencia, etc. 

La coordinación es el requisito básico para el posterior desarrollo del rendimiento motor y deportivo. 


Una buena coordinación de movimientos presenta las siguientes cualidades:

►Precisión del movimiento: Dominio de la dimensión espacial, movimientos rectilíneos hacia el objetivo, equilibrio corporal seguro. 

►Economía del movimiento: Equilibrio en el gasto energético, magnitud de inervación moderada con impulsos adecuados a la situación. 

►Fluidez del movimiento: Equilibrio en la dimensión temporal, impulsos musculares adecuados (ni abruptos, ni retardados, cortados, pesados o lentos). 

►Elasticidad del movimiento: Equilibrio en la elasticidad muscular, aplicación eficaz y adaptada de la fuerza muscular, aplicación eficaz y adaptativa de la fuerza muscular de tensión y freno para absorber elásticamente los impactos del cuerpo y los objetos, por ejemplo: en los saltos, en la recepción. 

►Regularización de la Tensión: Equilibrio de la tensión muscular, relajación máxima de los grupos antagónicos, cambio rápido entre tensión y relajación.

►Aislamiento del movimiento: Equilibrio de la elección de músculos, inervación de los grupos musculares necesarios con seguridad máxima del impulso (evita impulsos fallidos y movimientos superfluos). 

►Adaptación del movimiento: Reacción sensomotriz equilibrada, buena capacidad de adaptación y cambio según la situación del momento percibida por los sentidos. 


Entre el nacimiento y el cuarto año de vida el desarrollo de las cualidades decide sobre la calidad del comportamiento motor. La mayoría de las perturbaciones coordinativas se inician en esta fase. Las mejoras coordinativas experimentan su mejor grado de crecimiento entre los 4 y 7 años, debido a las necesidades del niño de moverse, su curiosidad, los impulsos de jugar, de intentar, de probar; los movimientos superfluos disminuyen convirtiéndose en acciones más claras y bien orientadas. 

La etapa escolar posibilita los buenos rendimientos coordinativos porque el niño ha aumentado sus capacidades de percepción y observación lo que le posibilita aprender copiando un modelo. El desarrollo casi completo de su percepción muscular (analizador cinestésico), le permite hacer un seguimiento interno de los movimientos observados siendo capaz de interiorizarlos. 

Las capacidades coordinativas, tienen el desarrollo más intensivo hasta el inicio de la pubertad (11-12 años), después disminuye la disposición para el aprendizaje motor espontáneo a favor de los procesos más racionales en la adolescencia.


1.1) ¿Cómo se debe trabajar para lograr coordinación? 

- Ofrecer al alumno las condiciones óptimas para la realización de sus ensayos y errores que le permitan descubrir, mediante un "tanteo experimental" la solución más adecuada en el logro de un objetivo, como lanzar una pelota, saltar un obstáculo, etc. 

- Hacer repeticiones del gesto que corresponda. 

- Conocimiento y representación mental exacta del movimiento a realizar. 

- Realizar el gesto en la velocidad y ritmo que corresponda a una situación real (deporte). 

- Utilizar sesiones repetidas pero cortas; evaluación de los gestos, corrección y fijación de los esquemas ideomotores. 

Correr, saltar, escalar, trepar y salvar obstáculos, no ejercitan sólo los órganos y la musculatura, constituyen al mismo tiempo realizaciones fundamentales de coordinación temporal, espacial y dinámica. Todos los ejercicios de resistencia y velocidad surten al mismo tiempo un efecto"temporal-coordinativo", la fuerza explosiva obra en forma de un modo dinámicocoordinativa", y los ejercicios de precisión del movimiento de un modo "espacial coordinativo". 

Por lo anterior, trabajar la coordinación debe seguir una secuencia de crecientes exigencias coordinativas, que va desde el dominio de los movimientos amplios hasta la motricidad de precisión en un espacio reducido. Primero hay que aprender a dominar el cuerpo en el espacio amplio antes de poder controlar los movimientos de los miembros en un espacio pequeño. Primero los ojos tienen que dominar la tarea de llevar al cuerpo, con seguridad, a través del espacio y sus obstáculos y adaptar sus movimientos a las cambiantes circunstancias espaciales (coordinación ojos-cuerpo). 

Mucho más tarde se desarrolla el control visual sobre los movimientos de los miembros (coordinación ojos-manos-pies). Sólo con una suficiente aptitud funcional lograda por variadas experiencias motrices en conjunto con el desarrollo de los sentidos en lo visual, acústico, táctil, podrá formarse una representación precisa del propio cuerpo; esa conciencia del propio cuerpo es a su vez condición previa para el desarrollo de una "conciencia espacial".

Una buena coordinación depende en gran medida de la capacidad para organizar los movimientos en el tiempo y en el espacio. El sentido de la vista va ayudar a orientarse en el espacio y su relación con respecto a los demás, a sí mismo ya los objetos. 

En lo que respecta a la coordinación del movimiento, la importancia de la "ordenada sucesión de los tiempos, la duración y ritmo", son fundamentales. 

La secuencia evolutiva a seguir en el proceso enseñanza-aprendizaje debe respetar la consumación de niveles funcionales de la biología evolutiva; cada uno de estos niveles constituye la base del siguiente:  ▸La experiencia sensorial (conciencia visual acústica y táctil). 

 ▸La experiencia corporal (capacidad de representación estructural del tronco, cabeza, miembros). 

 ▸Experiencia del espacio amplio (coordinación corporal de la motricidad gruesa especialmente). 

 ▸La experiencia del espacio reducido (coord. de los miembros, primordialmente motricidad fina). 

Los ejercicios de coordinación simultánea de miembros y cuerpo, con la necesidad de una concentración doble o múltiple, implican enormes exigencias para el sistema nervioso central. 

La coordinación es un "rendimiento nervioso" propiamente dicho; acelerar el rendimiento en los niños saltándose etapas sólo puede provocar inquietud, irritabilidad y desencanto; aquí es donde valen los antiguos principios metodológicos, de lo fácil a lo difícil, de lo simple a lo complicado. Primero con globos, luego con pelotas de espuma liviana, para seguir con pelotas de voleibol, y por último, de tenis o las superpelotas de gran rebote.  


1.2) Ejercicios básicos para practicar la coordinación





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